La comuna de Independencia aprobó la ordenanza municipal llamada La Vereda no es tu Quincho, que prohibirá la utilización de las calles, plazas y otros espacios públicos por parte de las personas como zona de asados (muchas veces para vender a los transeúntes) o como lugar para colocar inmuebles como sillas, cocinas. La norma también prohibe la utilización de parlantes o equipos de sonido para escuchar música «a todo chancho».
A esto se agrega el uso de estos lugares para la celebración de fiestas privadas sin el permiso municipal correspondiente.
La norma busca controlar el desorden público, los ruidos molestos, prevenir riesgos en la seguridad, el entorno y dar así respuesta a los vecinos, quienes ya estaban saturados de las obstrucciones en las calles que ocasionaban estos irrespetuosos y contempla multas de 2 a 5 UTM, además de patrullajes constantes y la instalación de monopostes de seguridad.
La medida se une al toque de queda que la comuna instauró a las barberías y peluquerías, la cual está siendo replicadas por ciudades como La Serena, puesto que era sospechoso que alguien se fuera a hacer la barba a las 3:00 de la mañana.
¿Y la Región de Coquimbo?
Estas «incivilidades» se volvieron más frecuentes en los últimos años en el contexto del choque cultural provocado por la evidente crisis migratoria que enfrenta Chile, particularmente con la Diáspora Venezolana. Muchas de estas personas llegaron al país tras el llamado Cucutazo y amparados por el Grupo de Lima y el gobierno del ex presidente Sebastián Piñera, en su acérrimo esfuerzo por ayudar a Juan Guaidó.
Estos comportamientos primero comenzaron en las comunas de la Región Metropolitana, pero con el tiempo y el traslado de estas personas a otras regiones, pudimos comenzar a ver la masificación de estas conductas en el resto del país, siendo algunas comunas de la Región de Coquimbo un ejemplo de esto, en especial en la conurbación La Serena-Coquimbo.
Día a día, La Serena, Coquimbo, Ovalle y hasta Illapel vieron llenarse las calles de personas que llevaban sus carros de supermercado como improvisadas parrillas dejando las calles llenas de humo y mal olor, otros que se ponían colocaban sillas afuera de su casas. En el peor de los casos, especialmente en las zonas periféricas de la comuna como Peñuelas, ver a sujetos afeitándose en la calle o cortándose las uñas ahora es algo relativamente común.
Todo indica que es cosa de tiempo que este tipo de normas lleguen a la zona en la medida que los concejos municipales escuchen a los pobladores de sus comunas.