Uno de los fenómenos económicos que más impacto ha tenido a nivel macro y micro dentro del mundo ha sido la Gig-Economy. Este concepto fue acuñado para englobar a las apps en las cuales los usuarios ofrecen servicios profesionales o laborales de forma específica y esporádica. En ellas, la empresa hace de mediador entre el usuario y el prestante del servicio, obteniendo una ganancia por hacer el contacto. Con el correr de los años, han variado los ofrecimientos que se pueden encontrar en la Gig-Economy, desde transportistas, pasando por comida hasta profesores ofertando clases particulares en diversas áreas.
Con el tiempo, la propagación de este tipo de economía ha presentado nuevos desafíos en las relaciones laborales, varios de ellos tienen que ver con el detrimento a las condiciones del trabajador. Desde comisiones abusivas cobradas por las apps que participan del negocio, el hecho de que el trabajador debe cargar con todos los gastos operacionales del trabajo (el vehículo y su mantención en el caso de los transportistas), la falta de seguros y derechos laborales hasta empresas que operan en el país sin pagar impuestos (y en el caso de quienes lo hacen, cargar el costo al usuario), la Gig-Economy seguirá siendo un concepto que se escuchará en los años que vienen.
La Región de Coquimbo no ha estado ausente del fenómeno de la Gig-Economy, puesto que este tipo de empresas también han aterrizado en la zona , siendo la primera de ellas Uber, la cual llegó en 2017; no sin las polémicas que se vieron en otros países, como las protestas de las organizaciones de taxi colectivos, que vieron amenazado su mercado con Uber. Actualmente, sus competidores como Didi y Cabify también tienen participación en la Región y no se ven protestas de los conocidos «coletos».
Aplicaciones como Uber se han mostrado como una alternativa para que las personas puedan tener un sueldo principal o complementar el trabajo principal.«Hacerse la América»
Uber llegó con la esperanza de ser una buena alternativa de ingreso para las habitantes de la Zona, poder complementar el sueldo del trabajo formal haciendo unos viajes con la app. Con los años, el miedo a contagiarse de enfermadades como el COVID-19, la seguridad y, en ciertos casos, lo económico que era pagar un viaje de Uber entre varios, propagaron el servicio, hasta el punto que todos querían hacer negocios ahí, muchas veces ilegales, como comprar autos y poner a manejar a otra personas, choferes que se dedicaron a asaltar a sus clientes y cobros excesivos. En otros casos, trabajar en apps como Uber se transformó en el primer sueldo de varias familias y como una solución parcial en tiempos de cesantía.
Y mientras Uber se hacía un trabajo atractivo, muchas personas comenzaron a preguntarse «¿y por qué no?, ¿cuánto ganaría de Uber?». Obviamente, al ser una app de Gig-Economy, la cantidad de dinero ganada dependerá de la cantidad de horas trabajadas. Según la empresa, un chofer de Uber en Santiago podría ganar hasta $400.000 por 50 horas de viajes y hasta $70.000 por 10 horas de trabajo. En tanto, Indeed se aventura a decir que un conductor de Uber ganaría, en promedio, más $700.000, 36% del promedio del salario nacional. Indican que los ingresos estudiados oscilaban entre $253.000 hasta $1.565.000. Todas estos montos se calcularon en 2023.
El Norte constató los valores en la misma app de Uber y vio que, en la conurbación La Serena-Coquimbo, un conductor de Uber puede cobrar hasta $8.000 por un viaje, variando los precios según el trayecto que se realice, el horario y la cantidad de personas que ocupen el vehículo. En tanto, en Ovalle el valor puede llegar a $3.000 aproximadamente y en Illapel $2.000. También se pueden realizar viajes interurbanos, pero ahí los valores aumentan considerablemente: desde La Serena a Ovalle el precio oscila entre $38.000 hasta $65.000 y de La Serena a Illapel entre $150.000 a $270.000.
No obstante, dejan en claro que no todo es tomar ese dinero y lanzarlo con algarabía al aire, puesto que incluyen los gastos operacionales del empleo, como la mantención del vehículo, el combustible, el uso de internet, los seguros de accidentes, el pago de patente, costos que deben ser saldados por el trabajador.
Ley Uber
Su explosivo incremento de usuarios puso a estas apps en el centro de la opinión pública, tanto así que actualmente existe una Ley Uber que se encuentra a la espera de la publicación del reglamento por parte de Contraloría. ¿Una ley que se atrasa? Finjamos sopresa.
En marco de este contexto, el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica realizó un estudio para conocer las dinámicas que se ven en su aplicación, es decir, cómo son los conductores que participan en ella, los usuarios que lo usan y los viajes que se han realizando en el último tiempo. Desde El Norte, llamamos a tomar este estudio con pinzas, puesto que fue encargado por el mismo Uber.
