Cuando la resolución contra la ex Gobernadora Regional Krist Naranjo se hizo oficial, empezó a circular el rumor en los medios de comunicación locales de que su círculo cercano habría dicho que iniciaría acciones legales para dejar sin efecto la sentencia, a pesar de que es legalmente imposible.
Aunque, en ese entonces, solamente era un rumor «escrito en altas», el solo humo que emanó despertó el temor de los funcionarios del Gobierno Regional y miembros del Consejo Regional, puesto que, en ese intertanto, podría tomar represalias contra sus opositores o proteger a sus cercanos antes que su destitución sea definitiva. Algo así como los 100 días de Napoleón, pero sin el mito de cientos de cañones en ruta marina hacia Inglaterra.
Más horror hay ahora en el GORE al hacerse oficial la apelación de Naranjo ayer jueves. Ahí va otra historia más para los turbulentos registros que caracterizan al Gobierno Regional de Coquimbo.
¿Hay Waterloo o no?
A pesar de que se había dicho hasta el cansancio de que la sentencia era inobjetable, juristas indican que, si bien, ya Krist Naranjo no puede ganar este juicio, sí puede atrasar su ejecución mediante la presentación del recurso de apelación. Sobre este punto, la Magíster en Derecho Público y académica de la Universidad Central, María José Lira, señaló que «aunque la sentencia del Tribunal Calificador no admite recursos, es posible presentar una solicitud de modificación o rectificación de hechos menores, lo que podría retrasar la ejecución de la sentencia y permitir a Naranjo regresar temporalmente a su cargo».
Todo indica que el Waterloo de Krist Naranjo no está muy cercano, pero lo cierto es que, si llega a apurarse, no se irá sola al ostracismo.