Una de las aristas que no pueden esclarecerse del caso de Nicolás Pinochet, el médico que intentó quemar el CESFAM Emilio Schaffhauser, es el incendio que afectó a la vivienda del imputado, un venezolano que se encuentra en el país de forma ilegal. El incidente permitió a otro sospechoso del delito, llamado Omar Arriaza Herrera, mantenerse en calidad de prófugo, puesto que el siniestro borró evidencias importantes para el caso.
Según vecinos de la vivienda, habrían sido los mismos funcionarios de la PDI y voluntarios de Bomberos quienes les indicaron que encontraron gasolina en el lugar, lo que explicaría el hecho de que el inmueble se quemara de forma tan rápida y sin dejar ningún rastro.
Este movimiento fue clave para los imputados, puesto que, al no existir banco de sus huellas digitales, esto ha dificultado las labores de captura de la Policía de Investigaciones, por más que Arriaza se encuentre con encargo nacional. Esto se suma al desconocimiento del historial delictivo de los venezolanos.